No todas las niñas escogerán la danza como un estilo de vida pues con el tiempo son muchas otras habilidades y gustos que se desarrollarán en ellas; sin embargo abran unas pocas que decidirán vivir de sus sueños artísticos.
“Mamá quiero ser bailarina’’ Esta es la frase que muchas madres escuchan de sus hijas cuando apenas tienen 5 años, una frase llena de inocencia e ilusión. Las niñas la dicen con seguridad pues se sueñan bailando en un escenario con tutús y zapatillas como aquella bailarina que vieron en televisión o en el dibujo animado que está en su cuento favorito.
En casa las vemos frente al espejo intentando hacer cada paso y cada gesto que se les ocurre, ellas no paran de saltar, correr y girar su diversión se ve reflejada en su cuerpo a través de una gran sonrisa y una energía desbordadora.
Al tener una edad tan corta lo vemos como un juego natural de la infancia, sus actos de ingenuidad nos generan risas y buenos instantes para recordar, nunca nos imaginamos a nuestras hijas como verdaderas bailarinas, pues culturalmente nos hemos enseñado a que las áreas artísticas son para simplemente pasar el tiempo y no las tomamos en serio, por eso no llegamos a aceptarlas como verdaderas profesiones.
Pero, detrás de aquellos juegos infantiles nos podemos encontrar con pequeñas poseedoras de grandes talentos, es allí donde como madres debemos intervenir y estar dispuestas a escuchar y sentir a nuestras niñas, seguramente si en un cuerpecito tan pequeño caben tantas ganas de bailar y crear movimiento podríamos llegar a tener en casa una gran potencia artística.
Desde su pasión y compromiso lo lograrán y será de gran importancia para ellas contar con el apoyo de sus padres.
Buscar formas de fortalecer esas cualidades no es nada difícil, son muchas las escuelas que ofrecen programas para desarrollar buenos procesos; Sin embargo es bueno tener en cuenta que no es suficiente con 1 o 2 clases a la semana también hay que fortalecer el trabajo en casa, pues son muchas las cosas que a las niñas se les complica en sus clases y el estudio permanente de ello logrará una evolución a pasos agigantados. Los padres también deben hacer parte de estos procesos con un acompañamiento continuo así nuestras niñas se sentirán apoyadas y seguras a la hora de realizar cualquier proyecto.
No todas las niñas escogerán la danza como un estilo de vida pues con el tiempo son muchas otras habilidades y gustos que se desarrollarán en ellas; sin embargo abran unas pocas que decidirán vivir de sus sueños artísticos, aquellas que lo hagan seguramente desde su pasión y compromiso lo lograrán y será de gran importancia para ellas contar con el apoyo de sus padres. Así que les invito a estar dispuestos a escuchar a nuestras hijas desde su infancia y trabajar en fortalecer sus mayores cualidades ara de su proyecto de vida un lugar más estable y confiable y su sueño de niña no se quedará en un juego de infancia sino será una realidad para ella si así lo desea.
Escrito por Nikole Cepeda
Docente Titular Teatro Infantil | Danza Folclórica
