Recuerdo la una de las primeras canciones que aprendí en mi vida y fue una llamada “Cucú cantaba la rana”, otra de aquellas canciones se llamaba la semillita. Recuerdo exactamente quien me las enseñó y en qué curso y en cual colegio me encontraba estudiando a los 3 años.

“No canto para ser feliz, soy feliz porque canto”
William James

Las canciones infantiles son tan importantes que es muy difícil conocer a alguna persona que no cante ninguna. Y es que sus beneficios son como el aire, no se notan, pero de un beneficio enorme para las personas.  

Algunos de los aportes que nos genera el ejercicio de aprender canciones infantiles y de motivar a nuestros niños a aprender canciones infantiles son los siguientes:  

1. El ritmo y la melodía alegre de las canciones infantiles se conecta a las emociones del niño y lo hacen sentirse feliz.  

2. Estimulan el desarrollo del lenguaje, la vocalización, la pronunciación, la concentración y favorecen el escuchar con atención.  

3. Invitan a los niños a moverse, a realizar movimientos corporales acordes al ritmo que se escucha fortaleciendo la habilidad motriz.  

4. Favorecen el sentido auditivo ayudando a escuchar sonidos en forma tan detallada, que pueden escuchar sonidos y reproducirlos en forma adecuada; esto es la entonación.  

5. Contribuyen al desarrollo social de los niños y de las personas, permitiéndoles compartir con otros sus experiencias y expresarse libremente mientras interpretan su canción favorita.  

En nuestra academia semillas enseñamos la importancia de cantar, y de escuchar con atención reproduciendo e imitando sonidos en forma correcta de tal manera que logramos que los niños ejerciten su sentido auditivo y de esta manera compartiendo con otros aprendan diferentes conceptos en forma inteligente y divertida.